EL TERRENO

Dentro de este paraíso de 7,5 Hectáreas el entorno se extiende desde el Mar Caribe, a las selvas salvajes de la tierra firme de Bocas del Toro. El espacio de vida en la propiedad se centra en las casas sobre el agua, y se extiende sobre el césped bien cuidado, con camas de jardín exótico dispersos estratégicamente entre el paisaje de la pared de roca estructurada.

Una serie de caminos serpentean a través de la finca y conducen a varios puntos destacados. Un patio con asientos enclavados en la vegetación tiene vistas a una miniplaya con escaleras que conducen a su orilla de arena. Una segunda zona para sentarse está situada en la cima de la colina, con vistas al canal de Loma Partida y al arrecife que se extiende a lo largo de parte del paseo marítimo de unos 30 metros.

Más allá de las palmeras y los arbustos en flor del cuidado jardín hay un huerto de cítricos, guanabanas, piñas, plátanos, mandarinas, mangos, mangostenes, etc. Y el sueño de autosuficiencia continúa más allá de los comestibles, con un campo de cabras, una conejera y un gallinero.

Más allá de los talleres y los animales, los senderos te llevan más y más profundo en una colección de una década de orquídeas fascinantes y especies de plantas raras que han echado raíces. Más y más salvaje a cada paso hasta que te encuentras en la selva con los monos, detenido sólo por un arroyo que marca el límite norte de la propiedad.